El coliseo de Roma: la grandeza de un imperio

Roma - Coliseo

Si uno piensa en Roma, lo primero que le viene a la cabeza es el impresionante anfiteatro que se ha convertido en el símbolo más famoso de la ciudad. Y cuando visitamos la ciudad eterna, tenía claro que no quería irme sin entrar al Coliseo. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980 y una de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo Moderno, supone una visita obligatoria para cualquier turista.

Roma - ColiseoTras salir del metro que te lleva hasta allí, es lo primero que te encuentras, y no puedes evitar quedarte parado mirando a las alturas de este gigante en ruinas. Para intentar evitar aglomeraciones, nosotros fuimos a visitar el foro romano y el monte Palatino, que se encuentran a escasos 200 metros pasando el precioso Arco de Constantino, en la via di San Gregorio. Sin embargo, no resultó la estrategia y nos encontramos con una cola larguísima para acceder al Coliseo. Por suerte habíamos adquirido el Roma Pass, que nos permitió pasar por otra entrada adyacente a la normal, sin esperas ni empujones.

Roma - ColiseoEste gigante impresiona a pesar de ser una sombra de lo que una vez fue. Usado durante casi 500 años para los festejos sangrientos  del Imperio Romano, tenía una capacidad para 50.000 personas y tres pisos de altura, lo que hace que cuando llegas al borde de la arena, no sepas adónde mirar y te sientas rodeado. La arena está muy desmejorada y no se usa, aunque han puesto tablas de madera en una parte de uno de los extremos, por donde salían los gladiadores, y las visitas guiadas tienen la suerte de disfrutar la vista de los luchadores. Las gradas han desaparecido casi por completo, y sólo queda una pequeña sección de asientos cerca de donde se situaba el palco de honor del César. El estado ruinoso en el que se encuentra se debe a que se utilizó el mármol de la fachada exterior, asientos, etc. para construir otros edificios de la ciudad durante los siglos XV y XVI, llegando ésta a casi desaparecer. De hecho han tenido que construir contrafuertes para mantener en pie lo poco que queda de ella.

El segundo nivel tiene los pasillos interiores reconstruidos y habilitados con una tienda de souvenirs y una exposición con objetos encontrados en su interior, su historia, planos y reconstrucciones, lo que da una idea aproximada de la grandeza de este edificio lúdico del Imperio Romano. Y de su resistencia, puesto que ha sufrido varios incendios y terremotos, y sigue en pie demostrando que es una construcción muy sólida. Hay un tercer nivel, pero sólo se puede acceder con las visitas guiadas y nosotros íbamos por libre; pero seguro que tiene unas vistas impresionantes 🙂

El Coliseo de Roma se ha ganado a pulso su lugar como símbolo de la ciudad, y sigue siendo imponente a pesar de lo mal que se lo ha tratado en el pasado. Símbolo del poderoso Imperio Romano, de su país Italia y del contraste de su capital, sobran los motivos para visitarlo si visitas la Ciudad Eterna.

Roma - Coliseo

Desde la via di San Gregorio hay una vista excelente del Coliseo y el arco de Constantino

Roma - Coliseo

Parte de la exposición de objetos encontrados dentro del Coliseo que hay en el segundo nivel

Roma - Coliseo

Uno de los mapas de distribución y salidas que se encuentran por todo el Coliseo

Roma - Coliseo

Los alrededores del Coliseo están llenos de puestos de souvenires y carrozas de caballos

 Recursos:

Saint Émilion: paseando entre vides

Viñedos de Saint Émilion

Seguro que todos los aficionados al vino ya conocéis la denominación de origen de Saint Émilion; una pequeña región cercana a Burdeos famosa por sus tintos. Rodeada de viñedos hasta más allá de lo que alcanza la vista, esta pequeña población del norte de Aquitania es un lugar donde perderse durante horas y relajarse paseando por los caminos que comunican sus châteaux.

Viñedos de Saint ÉmilionTodos los años hago un viaje con mi hermano y mis primos que, ya que cada uno vivimos en un sitio distinto, nos sirve como excusa para reunirnos y pasar unos días juntos. Este año, gracias a que nos dejaron un piso en Burdeos, decidimos aprovecharlo y pasar 5 días por la zona y hacer una escapada para visitar Saint Émilion.

Lo primero que hicimos al llegar fue dirigirnos al centro del pueblo. No nos costó encontrar la oficina de turismo, donde cogimos unos cuantos panfletos y mapas en los que se mostraban los diferentes châteaux que estaban abiertos al público. Cada château tiene su propia oferta, desde una simple cata de sus caldos, degustación de queso o una pequeña lección de maridaje, hasta una visita completa por el château y los alrededores, en los que te explican todo el proceso de elaboración y distribución del vino, con varios idiomas para elegir.

Viñedos de Saint ÉmilionSi sabéis francés quizás os estéis imaginando los châteaux como unas enormes casas señoriales con sus tierras alrededor, o incluso algún tipo de castillo, pero no os hagáis ilusiones. Simplemente es como se denominan las fincas productoras de vino de la zona, aunque sí es cierto que hay algunas realmente bonitas.

Así pues, una vez tuvimos la información necesaria y hubimos visto las diferentes opciones que teníamos, decidimos seguir uno de los caminos propuestos rodeando Saint Émilion y pasar la mañana paseando entre viñedos. Resultaba impresionante y muy relajante mirar a lo lejos y ver las enormes extensiones de campos de vides perfectamente alineadas hasta el horizonte. Además, a pesar de estar en pleno verano, la temperatura era realmente agradable, con unas nubes discretas que proporcionaban la sombra justa, y que además quedaban muy fotogénicas.

Quizás muchos considerarían que en un viaje tan corto como el que realicé (sólo estuve 4 días por la región), el estar una mañana entera holgazaneando entre campos sería una pérdida de tiempo. ¡Con la cantidad de cosas que hay que visitar! Pero, creedme, es algo que me alegro mucho de haber hecho y que además recomendaría a cualquiera. Al fin y al cabo, ¡estás en la tierra del vino! ¿Qué mejor manera de ir abriendo el apetito para luego regar una buena comida con los mejores tintos del mundo? 😉

Viñedos de Saint Émilion

La torre y el campanario de Saint Émilion sobresalen por encima de las lomas cubiertas de vides.

Viñedos de Saint Émilion

Los viñedos se extienden hasta más allá de donde alcanza la vista.

Viñedos de Saint Émilion

El camino entre los viñedos es fácil y agradable.

Cómo llegar a Saint Émilion:

Lo mejor y más cómodo para llegar a Saint Émilion es utilizar el coche. Está a tan solo 35Km siguiendo la carretera N89 y tomando la salida hacia la D1089, la cual deberemos seguir y tomar las indicaciones hacia D243-Saint Émilion.

Si preferimos viajar en transporte público, hay un servicio de autobuses que sale desde la esquina junto a la oficina de turismo de la calle Orleans, pero realmente no es recomendable (tiene un servicio muy limitado en cuanto a frecuencia y horarios).

Es más prátcico tomar el tren, desde la estación de Burdeos Saint-Jean, tomando la línea que va hacia Libourne. Hay trenes de vuelta hasta las 21h. Eso sí, la estación está a más de kilómetro y medio, y el camino es cuesta arriba (aunque no es muy pronunciada). Para llegar al pueblo sólo hay que salir de la estación y seguir la carretera hacia la derecha.

Recursos:

Foto de cabecera realizada por mi hermano, Adrián Rodríguez.

La estatua gigante de Mazinger Z de Tarragona

Tarragona - Estatua de Mazinger Z

Supongo que a estas alturas, para aquellos que nos conocéis un poco no será un secreto que a Alegría y a mí nos gustan la animación japonesa y los muñequitos, y que disfrutamos como enanos cuando visitamos algo que nos recuerda a alguna serie de nuestra infancia. Por supuesto cuando nosotros, frikis empedernidos, viajamos a Barcelona en una fecha que casualmente coincidió con el 40 aniversario de nuestro robot preferido, nos resultó imposible no desviarnos durante la vuelta y visitar la estatua gigante de Mazinger Z que hay en Tarragona. De hecho no era la primera vez que hacíamos algo así. Ya estuvimos en su día una hora pateando Kobe para ver la estatua de Tetsujin 😉

Tarragona - Estatua de Mazinger ZSalimos de Barcelona por la mañana temprano, pero en lugar de ir directos a Madrid por el camino habitual decidimos dar un pequeño rodeo e ir a visitar éste enigmático hito. Al fin y al cabo, ¡estábamos a poco más de una hora!

Cuando llegamos a la urbanización Mas del Plata no nos costó mucho dar con el «parque» en el que se encuentra la figura de 10 metros de alto del robot. Y digo «parque» entre comillas porque realmente es un claro entre árboles al que se accede por una ramificación sin asfaltar de la ya de por sí deteriorada carretera.

Al parecer, esta estatua de fibra de vidrio fue construida en los 80 y pretendía servir para adornar la entrada de la «Urbanización Mazinger», pero por algún motivo cayó en el olvido. Tiene un gran nivel de detalle, pero al no haber casi movimiento en la zona, sus piernas suelen ser blanco de graffitis y pintadas. Por suerte de vez en cuando las vuelven a pintar.

Como curiosidad (si es que ya de por sí la existencia de esta réplica del robot no es algo lo suficientemente curioso) os contaremos que en la parte trasera de una de sus piernas hay una trampilla oculta que permite meterse dentro y subir hasta la cabeza para mirar por los orificios de la boca. ¡Nosotros no lo sabíamos! 🙂

Tarragona - Estatua de Mazinger Z

La estatua suele recibir visitas fugaces de gente que viaja por zonas cercanas.

Tarragona - Estatua de Mazinger Z

Por la trampilla de su pierna se puede entrar,  subir  hasta la cabeza y mirar por los orificios de la mandíbula.

Cómo llegar a la estatua de Mazinger Z de Tarragona:

Tarragona - Estatua de Mazinger ZEl modo fácil es poner en el navegador GPS «Mas del Plata» (al menos en el Tom-Tom aparece), pero si no queréis depender de estos cacharritos, lo más sencillo es dirigirse hacia Tarragona y buscar el desvío hacia la AP-2, y un a vez en la AP-2 tomar la salida 10 hacia el Pont d’Armentera. A mitad de camino hay una salida a la izquierda señalizada hacia Mas del Plata.

Una vez allí habrá que cruzar un par de rotondas despacito, que hay muchos baches, y tras la segunda estar atentos al lado derecho de la calzada. Lo veréis erguirse entre los pinos.

Recursos:

Un paseo por el barrio gótico de Barcelona

Barrio gótico de Barcelona

Hace un mes estuvimos en Barcelona, una ciudad española que siempre había tenido ganas de visitar pero que, debido a que vivía en la otra esquina del país nunca había tenido oportunidad. No llevábamos un plan elaborado, ya que fuimos a probar el servicio gratuito de wifi que ofrecen todos los hoteles Ibis, y sabíamos que podíamos mirar qué ver una vez en el hotel. Al final decidimos perdernos por uno de los lugares con más encanto de la ciudad condal, el barrio gótico, junto a nuestros amigos barceloneses David, Oscarcillo, Mónica y Julia, que nos hicieron de guías.

Barrio gótico de BarcelonaDebo decir que El Gòtic es como dar un salto en el tiempo: estás paseando por Las Ramblas, te metes por una calle lateral y de repente todo cambia, las calles se vuelven estrechas y los edificios de piedra con dinteles cincelados se vuelven los protagonistas. Sus calles caóticas nos transportan a una época en la que la ordenación urbana no existía, formando un laberinto que contrasta con el orden perfectamente cuadrangular del resto de la ciudad.

Nuestro paseo fotero comenzó en la Plaza de Sant Jaume, uno de los lugares importantes del barrio gótico. Antiguamente albergó el foro romano y actualmente se encuentran el Palacio de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, un lugar muy concurrido y que sirve de paso a todos los turistas que visitan esta parte de la ciudad. Deambulamos por las callejuelas sin rumbo fijo y terminamos en la Catedral de Barcelona, donde unos músicos ofrecían a los turistas su arte con muy buen humor. Volvimos a callejear, llegando al conocido Puente del Obispo, que une el Palacio de la Generalitat con la Casa dels Canonges. Barrio gótico de BarcelonaDice una leyenda que si miras a la calavera que hay justo debajo del puente tendrás mala suerte; espero que hacerle una foto no cuente 😉 Nuestra visita al barrio gótico concluyó en la basílica de Santa María del Mar, la famosa Catedral del Mar del libro de Ildefonso Falcones. Aunque hay quien considera que no se encuentra dentro del gòtic, merece la pena acercarse a esta robusta y sobria iglesia del siglo XIV, patrona de los pescadores.

Me sorprende la cantidad de dragones que hay por todo el barrio gótico: gárgolas, relieves en las puertas de los edificios, en los letreros de las calles… Mires done mires es fácil ver alguno. Supongo que tendrá que ver que San Jorge (o Sant Jordi), el matadragones más famoso, sea una figura de gran importancia en Cataluña.

Sin duda mi primera visita a Barcelona, a pesar de no contener monumentos más representativos como la Sagrada Familia fue de lo más interesante, descubriendo contrastes y un lugar donde seguro que a la próxima visita descubro algo nuevo 🙂

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Barrio gótico de Barcelona

Ayuntamiento de Barcelona, situado en la plaza de Sant Jaume

Barrio gótico de Barcelona

Uno de los muchos dragones que se pueden ver en el barrio gótico de Barcelona

Barrio gótico de Barcelona

Músicos frente a la catedral de Barcelona, un lugar muy concurrido del barrio gótico

Recursos: