Siempre he querido ir a Roma, supongo que por mi gusto por la historia; y este verano nos hemos aventurado a visitar la capital italiana, y de paso despertado en Alberto el interés por el país de la bota, jeje. Hemos pasado 3 días en Roma de lo más interesantes, disfrutando de sus monumentos, su comida y su calor, pues siendo verano era lo que nos tocaba.