15 días por Japón día 02: Osaka
– Escrito originalmente el 29 de marzo de 2010-
Tras una noche en la que podríamos decir que morimos de lo cansados que estábamos, nos fuimos a Osaka a pasar el día y ver sus hitos. Nos acompañaba Vicente, un amigo de Zumito que vive en Nagaoka y tiene un restaurante español. Así que tras una entrega de productos patrios que llevábamos en la maleta, salimos para allá. Osaka está a 40-50 minutos de Kyoto, pero el viaje en tren, hablando y pasando el rato, se hace entretenido; además el paisaje es bastante bonito, saliendo del valle en el que se encuentra Kyoto y que la aísla del clima exterior. Osaka estaba a reventar, lleno de gente tanto de la ciudad que se encontraban de vacaciones de primavera, del resto del país que venía a ver cerezos en flor como extranjeros como nosotros para ver cualquier cosa que la ciudad nos pudiese ofrecer. Una señora muy amable se me acercó en uno de los andenes mientras esperábamos al tren y tras preguntarnos de donde éramos estuvimos un buen rato charlando, un poco más y se viene con nosotros a ver el castillo de Osaka, nuestra primera parada.
Aunque no es grande y el interior está completamente reformado convirtiéndolo en un museo, el castillo de Osaka está muy bien emplazado y lo visita mucha gente, aún sin pagar la entrada para el interior. Está rodeado de jardines y el foso se ha conservado, siendo una especie de salto temporal raro si quitamos las máquinas de bebidas, que están por todas partes. Los alrededores del castillo estaban plagados de puestos, puede que de un matsuri o festival que se celebrara, y había un concierto de un grupo conformado por chicos, a juzgar la cantidad de chicas adolescentes que había con mirada espectante.
Al lado del canal, mucha gente de allí celebraba ya el hanami (floración del cerezo) con los primeros ejemplares que tiñen el borde del foso del castillo. Y bueno, he dicho que el castillo no es grande, pero aún así impone y tiene su altura, no os penséis que es liliputiense. Y allí tuve mi primera experiencia con los excusados japoneses.
Cuando te hablan de los wateres japos, siempre piensas en los que tienen miles de botoncitos y chorritos de agua para limpiarte los agujeros de tus partes pudendas. Y con esos pensamientos te metes en un baño, encontrándote una sorpresa no muy agradable:
Oh, si, señores, el «japanese style» que conocemos no es el primigenio, es éste otro, más simple y efectivo, como son ellos. Me recuerda a los de los bares de mi pueblo de cuando era pequeña, tenía miedo de colarme por el agujero si pisaba mal. Pero la cosa no es tan terrible, te remangas un poco, tienes cuidado y hale, misión cumplida.
Nuestra segunda parada era Dotonbori, calle comercial y llena de puestos de comida junto al canal Dotonbori, y allí probamos las especialidades de la ciudad, el takoyaki o bolas de pulpo y el okonomiyaki. De postre unos peces rellenos de chocolate y crema, el mío es el de chocolate sin haberme dado cuenta de que tenía que echarle foto. (Nota: Ahora que lo releo y veo las fotos, creo que el mío no era de chocolate, sino de pasta de judías. Para ser chocolate, sabía demasiado raro xD).
Una vuelta por la calle para bajar la comida y reponer fuerzas, y seguimos con el tour a patita, esta vez a la Otaku Road, calle abarrotada de tiendas de electrónica y cachivaches eléctricos, y tiendas de anime y manga a cascoporro. Allí me compré una tarjeta wifi bastante barata, suerte que guardo la antena de la que perdí porque no venía ninguna. Aparte de eso, nos dedicamos a mirar tiendas de merchandising de manga y a aberrarnos con los precios de allí, demasiado caros como para echarle el guante a algo, por mucho que nos gustase. Ya os contaré cuando vaya a las tiendas de segunda mano.
Dando vueltas por la Otaku Road se hizo tarde, así que regresamos a Dotonbori a hacer fotos del ambiente, el canal y anuncios luminosos (como el de Glicoman) y regresamos a Kyoto, donde tras calarnos de lo lindo, nos comimos un katsudon (cerdo empanado con huevo y cebolla sobre una base de arroz), compramos el postre y el desayuno del día siguiente en un conbini y nos derrumbamos en nuestros futones. Ninguno de nosotros podía imaginarse lo que el chaparrón nocturno presagiaba para el día siguiente.
Recursos:
- Album de fotos del viaje a Japón de 2010 en flickr
- Todas las entradas sobre el viaje de 15 días a Japón
Quiero volver a Osaka…
Yo también, Jexweber, la visita de este año me supo a MUY poco, y ya ves que tiene más para ver 🙂