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Los castells de las fiestas de Gràcia
La semana pasada se celebraron las fiestas del barrio barcelonés de Gràcia, e invitados por nuestra amiga Mònica fuimos por primera vez a ver los tradicionales castells catalanes, que se celebraban en la plaza de la Vila de Gràcia. Estos auténticos castillos humanos (como su propio nombre indica) tienen una tradición de más de 200 años, y se han sabido mantener contra viento y marea, sobreviviendo a 3 guerras durante las que se disolvieron las collas existentes. En las fiestas de este año, se habían reunido las collas de Gràcia y una delegación de las de Vilafranca y Reus para mostrar de lo que son capaces, exhibirse y competir un poco.
Desde fuera podría parecer que los castells son sólo un montón de gente apiñada y poco organizada, pero nada más lejos de la realidad. Desde donde estábamos pudimos ver cómo el cap de colla (cabeza de colla o jefe de grupo) organizaba a los miembros con esquemas en mano y una precisión milimétrica, para poder conseguir alturas de hasta 8 personas. Estamos ante arquitectura pura aplicada a una estructura formada por personas, de todo tipo de complexiones, sexo y procedencia.
La base o pinya (piña) es un elemento muy importante y se pone mucho detalle en que cada miembro de la colla esté en su sitio; al ser la base sobre la que se erige el pilar humano, su función de soporte es crucial tanto como apoyo como de «colchón» por si se derrumba el castillo. Los pilares del castillo pueden ser de 2, 3, 4 personas o más por piso, y puede llevar una segunda pinya encima de la primera (folra), e incluso una tercera (manilles). Cuantas menos estructuras de apoyo tenga el castell y menos personas por piso tenga, mayor será la dificultad.
El castell lo corona siempre un niño pequeño, la llamada enxaneta, que cuando pone los dos pies encima de su compañero y levanta la mano, da por cargado el castillo humano.
Aunque ahí podría acabar la hazaña de los castellers, la descarga del castell también es importante y un derrumbe durante este proceso es una victoria incompleta para la colla.
Puede que lo que más me impresionase de los castells es la coordinación, compañerismo y respeto por parte de los castellers e incluso el público, que llega a mandar callar para que los integrantes de la colla puedan concentrarse. Además, los miembros de las otras collas llegaron a colaborar en la pinya del castillo en curso, reforzando y dando ánimo junto con amigos y familiares.
Desde los ojos de esta extremeña se trata, sin duda, de una de las celebraciones tradicionales más impresionantes de España; y no sólo lo digo yo, la UNESCO nombró los castells Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2010. Si alguna vez tenéis la oportunidad de ver castells no os lo perdáis, el espectáculo merece la pena. Nosotros estaremos encantados de volver al año que viene a Gràcia para ver a estos castillos humanos.
Si os habéis quedado con ganas de ver más fotos, pulsad aquí.
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La Festa do Povo de Campo Maior, Portugal
Esta semana se está celebrando la que muchos consideran la fiesta más bonita de Portugal. En la región de Alentejo, las calles de la villa de Campo Maior se encuentran cubiertas por miles de coloridos motivos realizados con flores de papel.
Aunque se tiene constancia de que en 1893 se celebraban, fue en 1909 cuando se comenzó a realizar la Fiesta de las Flores propiamente dicha, pero al ser una época de dura crisis para Portugal tuvo muy poco éxito y no se volvió a realizar hasta 12 años después. Desde entonces se ha venido celebrando cada 4 años aproximadamente, pagada por completo por los vecinos, que se encargan de confeccionar todos los adornos sin ayuda y apenas financiación. Cada calle escoge una temática y unas flores y decoran con guirnaldas y creaciones de lo más original.
El fin de semana pasado decidimos visitarlo y mientras recorríamos el lugar fuimos descubriendo junglas, granjas, ajedreces, viñedos, etc. y charlando con los vecinos que gustosos nos contaban el origen de la fiesta y cómo la habían realizado. Algo que nos llamó la atención fue, según nos dijeron, que la fiesta llevaba 7 años sin celebrarse por el coste que les suponía y que este año se había realizado gracias al patrocinio de Cafés Delta, que cumplía su 50º aniversario. Una cosa que debéis tener en cuenta si decidís ir a Campo Maior es la masificación de esta fiesta. Se considera una fiesta emblemática de la región y acuden portugueses de todo el país, además de muchos españoles (sobre todo extremeños) que también han oído hablar de sus flores de papel. De todas maneras es un lugar muy recomendable.
La fiesta se prolongará hasta el día 4 de Septiembre y es posible que este sea el último año que se celebre, aunque sería una pena que una fiesta como esta se perdiera. Esperamos que dentro de 4 años podamos volver a disfrutar de las calles floreadas de Campo Maior.