15 días por Japón día 09: Harajuku y Shibuya

Japón - Harajuku y Shibuya

– Escrito originalmente el 7 de abril de 2010 –

Sé que estábais deseosos de más entradas, pero he estado bastante ocupada y hecha polvo después de las excursiones…bueno, y se me ha roto el pc, por eso no he escrito. Pero espero poder ponerme al día antes de volver a las Españas.

El domingo tocaba visitar el parque Yoyogi y Harajuku, conocido porque se reúnen chicos y chicas vestidos de lolitas (vestidos con volantes a lo s. XVIII blancos y negros) y disfrazados, y aunque el cielo pintaba algo negro, para allá que fuimos. Lo primero que notamos es que el tren iba petado y que había MUCHA gente. Por desgracia apenas había niñas monas para hacerles fotos, así que nos fuimos a ver el Meiji Jingu, un santuario de la época del emperador Meiji (1900 mas o menos) donde los domingos se celebran muchas bodas tradicionales.

Japón - Harajuku y Shibuya

Da igual lo que os digan de que con suerte puedes pillar una, los domingos hay bodas, y nosotros vimos en el rato que estuvimos 5, así que ir en domingo es jugar sobre seguro.

Japón - Harajuku y Shibuya

Se accede a través de un bosque que hicieron alrededor y en el camino se pueden ver barriles de sake que son ofrendas que se hicieron. Es curioso que al emperador Meiji le gustara el vino europeo, que él mismo, para dar ejemplo a su pueblo, empezó a consumir cuando occidente se metió en el país. Decía que había que adaptarse a las cosas del presente pero sin perder el espíritu del pasado, una filosofía que claramente se puede observar en todo Japón.

Japón - Harajuku y Shibuya

Después del Meiji Jingu volvimos a probar suerte en el puente de Harajuku, y como había 1 persona más que antes, hicimos un par de fotos y nos dirigimos al parque Yoyogi, justo al lado.

Japón - Harajuku y Shibuya

Antes de entrar nos encontramos con los rockabillies, un grupo de japos que parecen sacados de Grease que todos los domingos se reúnen en Yoyogi para bailar rock del de toda la vida. Merece la pena verlos, es como transportarse a los 70, la lástima es que hay pocas mujeres, pero se mueven bien, al menos mejor que yo.

Japón - Harajuku y Shibuya

Japón - Harajuku y Shibuya

Estando en pleno hanami (celebración de la floración del cerezo), las únicas palabras que tengo para describir el ambiente del parque Yoyogi son botellón masivo. Es como una romería española, pero a lo grande y en un parque lleno de cerezos. Mola.

Japón - Harajuku y Shibuya

La zona, al estar a reventar de gente de Tokyo y alrededores hacía poco atractiva para los turistas darse una vuelta, pero nosotros, como somos así de listos, nos metimos para allá, picando primero un pincho de carne raro muy bueno y un butaman (bollo al vapor relleno de carne de cerdo que abrasaba, pero muy rico).
Japón - Harajuku y Shibuya
Menudo ambientazo había, grupos de jóvenes y viejos, gente de todas las edades ahí en lonas bien distribuidas comiendo y bebiendo de buen rollo. ¡Y sin basura tirada por todas partes! ¿A que mola que la gente sea limpia?

Y claro, con tanta comida y bebida, a la gente le entran ganas de mear, y en los servicios había una cola grande grande, kilométrica en el caso de las chicas. Había unos chicos al lado de una de las colas tocando una canción sobre la cola del váter, que si llegabas antes a tu casa que esperando, que te meas toa mientras esperas, etc. Muy majos ellos y uno con un cajón flamenco marcando el ritmo.

Japón - Harajuku y Shibuya

Japón - Harajuku y Shibuya

Como empezaba a chispear, nos quisimos ir del parque, pero entonces experimentamos Japón en estado puro: atasco de gente y la policía regulando el tráfico humano, casi morimos, madre del amor hermoso. Casi mato a un chaval porque me empujaron y me llevé su cabeza con la mochila, no he dicho más veces gomen nasai (perdón)en mi vida.

Japón - Harajuku y Shibuya

En nuestro camino para ir a comer (otra de las razones por las que nos fuimos de Yoyogi) no pudimos ir por la calle Takeshita, una muy famosa llena de tiendas de ropa gótica y de lolita, creo que lo que estaban dentro no podían ni respirar; así que fuimos por una paralela y terminamos en un Tendon Tenya comiendo tempura de nuevo.

Lo siguiente era ir a Shibuya, distrito comercial y con muchas oficinas donde los trabajadores salen a tomar algo después del curro, y conocido sobre todo por poseer el cruce más transitado del mundo. Estuvimos flipando con las pantallas de alta definición con sonido en los edificios de alrededor del cruce y después intentamos hacer fotos a la estatua de Hachiko en una de las salidas del metro. Apenas le saqué un primer plano, estaba lleno de chinos tocando los cojones. Y no pude hacerme foto con él, sentimientos a flor de piel y pérdidas recientes me hicieron salir pitando de ese maldito lugar (sabía que eso pasaría).

Japón - Harajuku y Shibuya

Japón - Harajuku y Shibuya

Japón - Harajuku y Shibuya

Estuvimos buscando el Mandarake (tienda enorme de varios pisos de figuritas, juegos y cosas de anime y manga) sin conseguirlo, en cambio, encontramos un Book Off (tienda de segunda mano con buenos precios) y Zumito pilló los tomos que le faltaban de 20th Century Boys, yo curioseé pero no compré nada. Cansados de marear la perdiz y de no encontrar la Mandarake, volvimos al hotel, donde nos fuimos a un restaurante de sushi de esos que van los platitos en una cinta y tu los vas cogiendo, que se llaman kaiten sushi. La verdad es que estaba buenísimo y eso que le ponían a los pescaditos pegotes de wasabi y que pedíamos cosas normalitas, nada de excesos (excepto el toro o ventresca de atún, comida de dioses que se deshace en la boca).

Japón - Harajuku y Shibuya

Japón - Harajuku y Shibuya

De postre encontramos una crepería al lado del Don Quijote y yo tomé un crepe de nata y chocolate y Zumito uno de chocolate y trocitos de almendras. Y llenísimos como estábamos, nos dimos una vuelta por los recreativos del Don Quijote y volvimos al hotel a morir un rato.

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Tercer aniversario: sobre los sueños viajeros

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Parece mentira que ya hayan pasado 3 años desde que comenzamos este pequeño espacio para compartir con nuestra familia, amigos, y cualquiera a quien le interesase, nuestros viajes y los lugares que íbamos visitando. Este año ha sido bastante movido en lo personal y eso ha afectado a nuestros viajes y al blog. Y es que con el trajín que conlleva casarse en una ciudad distinta de la que vives terminas un poco desbordado y dejando cosas a un lado.

Pero esto no trata de bodas, viajes ni prioridades; en realidad estas líneas tratan sobre los sueños. Alberto había viajado ya cuando comenzamos a salir, pero yo, aparte de las típicas vacaciones familiares y excursiones escolares, no me había casi movido. Era una chica sencilla que terminó conformándose con soñar con esos lugares fascinantes, viajando a través del cine y los libros. Quizás por eso mis sueños viajeros son sencillos y, por qué no decirlo, escasos.

Japón - Arashiyama

Mi primer sueño viajero lo cumplí cuando pisé Japón hace ya 4 años. Debo confesar que no hubo ni nervios ni ilusión en los ojos, puede que porque aún en el avión, seguía sin poder creérmelo. A raíz de aquello, y de la crónica que he ido trasladando a este blog desde la bitácora que escribía entonces, comenzó este viaje. Fue el verdadero primer paso.

Túnez - Sidi Bou Said

Mucho ha pasado desde entonces: hemos conocido gente fantástica, lugares inesperadamente geniales y pequeños sueños viajeros se han cumplidos, como poder pisar el coliseo de Roma.

Roma - Coliseo

Pero, ¿y los grandes sueños?

Los grandes sueños están enterrados, y a veces, hasta que no llegas al lugar, no te das cuenta del porqué de tanta insistencia en la elección de un destino en concreto. Así que puedo decir con una sonrisa que he tachado de la lista la gran muralla china, y que en esta ocasión la emoción sí que fue visible. Y expectación, y nervios, etc. Porque ahora veo que sí es posible, sí se pueden cumplir los sueños, aunque parezcan lejanos.


Por eso este tercer aniversario es especial, aunque no haya sido prolífico en cuanto a contenido en este pequeño blog; porque es la prueba de que lo que nunca pensaste que pudiese ocurrir puede hacerse realidad, porque no hay cosas imposibles si pones empeño en cumplirlas. Porque los sueños pueden hacerse realidad.

Y ahora, ¿qué? Otros destinos vendrán, y continuaremos el romance con nuestro querido Japón. Y quién sabe, a lo mejor se cumple algún sueño más 🙂

Combate medieval, un deporte que resurge en el castillo de Belmonte

Cuenca - Castillo de Belmonte y combate medieval

Hace unas semanas estuvimos visitando el castillo de Belmonte, uno de los castillos mejor conservados de España y un lugar en un enclave excepcional. Pero no fue una visita cualquiera, ya que nada más entrar en su precioso patio nos tropezamos con multitud de hombres y mujeres ataviados con armaduras medievales. Pensábamos que era una exhibición, pero estábamos a punto descubrir el combate medieval, un deporte de contacto que se está abriendo paso poco a poco en nuestro país.

Cuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medieval

Y digo deporte porque lo que realizan estos auténticos luchadores no son coreografías como las de las ferias medievales, sino auténticos duelos en los que los golpes son reales, de ahí que vayan embutidos en armaduras y protecciones por todo el cuerpo. El combate de medieval es un deporte de contacto que surgió hace unos años en Europa del este y se ha ido extendiendo rápidamente, en nuestro país es reciente y poco conocido, pero va ganando adeptos que lo dan todo en el área de combate.

Cuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medieval

Las luchas pueden ser duelos individuales, donde se califica por puntos, o en melés en grupo espectaculares y que impresionan. El objetivo en esta categoría grupal es derribar al equipo enemigo, ya sea con las armas u otras técnicas.

Cuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medieval

En un deporte como este, la seguridad es lo primero: las armaduras que llevan los luchadores están acolchadas y llevan parapetos y protecciones por todo el cuerpo para no sufrir ningún accidente. Además, para poder competir, deben mostrar fidelidad con las armaduras medievales de los siglos XIV y XV, y pasan un riguroso control histórico, así como de movilidad y seguridad. El resultado es que podemos presenciar combates que nos trasladan a otra época, cosa que con el precioso entorno del castillo de Belmonte resulta mucho más fácil.

Cuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medieval

¿Te ha picado la curiosidad? Pues estás de suerte, porque este año el campeonato mundial de combate medieval se celebrará precisamente en el recinto amurallado del castillo de Belmonte: Del 1 al 4 de Mayo esta localidad conquense se llenará de tiendas de lona, estandartes y gente ataviada con vestimentas del medievo, en unas jornadas de convivencia y lucha entre las delegaciones de los 15 países que participan. También habrá exposiciones de artesanía, restauración y más actividades para los visitantes que quieran disfrutar del ambiente.

Cuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medieval

Mientras observaba a los luchadores no podía dejar de pensar en la gran idea que constituye dar a conocer este deporte. Si en oriente las formas antiguas de lucha  y combate se practican con respeto y tradición, ¿por qué no podemos hacer nosotros lo mismo?

Cuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medievalCuenca - Castillo de Belmonte y combate medieval

La selección española de combate medieval se reúne una vez al mes para entrenar en el patio del castillo de Belmonte, entrenamientos que pueden verse. Los días 12 y 13 de Abril se celebrarán los últimos entrenamientos abiertos al público antes del campeonato, con lo que si tenéis la oportunidad de ir, aprovechadla, dejáos atrapar por el ambiente y disfrutad. Vuestra visita al castillo de Belmonte pasará de genial a excepcional 🙂

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15 días por Japón, día 08: Akihabara y Tokyo Dome

Jap?n - Akihabara y Tokio Dome

Me di? mucha pena dejar Kioto, pero era hora de coger el shinkansen y marchar hacia Tokio, la megal?polis por excelencia. El viaje iba a ser largo incluso para ser en un tren bala, dos horas aproximadamente, pero si tenemos en cuenta que viaj?bamos a 236 km/h no est? nada mal, ?verdad? Lo curioso es que a pesar de la velocidad de v?rtigo parec?a que ?bamos m?s despacio, aunque a la hora de hacer fotos al monte Fuji te das cuenta de lo r?pido que pasa todo.

Jap?n - Akihabara y Tokio Dome

La diferencia con Kioto ya se notaba incluso en la estaci?n, m?s gente, m?s guapa por lo general (y eso que los japoneses no son muy guapos que digamos), y construcciones hacia arriba. Me explico: en Kioto, el plan de ordenaci?n urbana no deja construir a m?s de 2 o 3 alturas, para conservar el aspecto tradicional de la ciudad, pero en Tokio las autopistas y el tren est?n por encima de las calles, y los edificios son enormes. El hotel estaba muy cerca de la estaci?n, y era f?cil de encontrar, ?til para gente con tendencia a perderse entre la gente como yo. La habitaci?n tiene cama en lugar de futones y…. ??WIFI!! Parece una tonter?a, pero en Kioto, chupando conexi?n ajena, el concepto «subir fotos» adquiri? un nuevo significado, Iker y yo con los brazos en alto y rogando a picasa para que lo hiciera r?pido era una estampa digna de verse. Pero eso es cosa del pasado, aqu? pod?amos incluso llamar a la familia por Skype.

Despu?s de dejar el equipaje nos fuimos a una calle de Okachimachi (la zona donde est? el hotel) repleta de tiendas de ropa, zapatos y sitios para comer y almorzamos en un Tendon Tenya, una cadena de restaurantes de tendon (tempura sobre arroz). Nos pusimos hasta arriba, y decid? que la tempura de calabaza va a ser mi favorita a partir de ahora.

Jap?n - Akihabara y Tokio DomeJap?n - Akihabara y Tokio Dome

Despu?s nos separamos, nuestros amigos ten?an que localizar una oficina de correo y nosotros nos fuimos a dar una vuelta por Akihabara, el distrito friki. Casi todo se concentra en una calle enorme llena de tiendas de figuritas, videojuegos, manga, electrodom?sticos, electr?nica y cualquier cacharraco de esos, en edificios en los que cada planta es una tienda; algunas tiendas ten?an varias plantas, ?e incluso ocupaban un edificio entero! Pero volvemos a lo mismo que nos pas? en Osaka: los precios eran car?simos; es m?s, eran a?n m?s caros que en el Otaku Road, y a mi se me quitaron las ganas de ver cosillas. Curioseamos tambi?n en el Don Quijote, una especie de centro comercial con recreativas que me encant?, su planta de juegos musicales o bemani me hizo babear como pocas veces. Hay una gu?a que se llama «Tokyo para otakus» que dice que no merece la pena el Don Quijote, y creo que se equivoca: es un lugar con productos de todo tipo, b?sicos o no, cosplays, cosas de lolitas, para adultos, m?quinas de ganchos, videojuegos, merchandising…. y no est?n mal los precios. Merece la pena echarle un ojo.

Jap?n - Akihabara y Tokio Dome

?bamos a cenar al lado del Tokyo Dome, el estadio de b?isbol de los Yomiuri Giants, y en el que tambi?n se celebran conciertos multitudinarios, es bastante famosete. Al lado se encuentra el L’aqua, un centro comercial grand?simo con miles de tiendas y sitios para comer de todos los estilos, aparte de una noria y una monta?a rusa que atraviesa todo el complejo. Pillamos empezada una atracci?n consistente en una fuente cuyos chorros iban al ritmo de m?sica cl?sica, con colorines y todo, muuy chulo, pero me qued? con ganas de m?s. ?Por qu? no hay estas cosas en Espa?a?

Jap?n - Akihabara y Tokio DomeJap?n - Akihabara y Tokio DomeJap?n - Akihabara y Tokio DomeJap?n - Akihabara y Tokio Dome

Al final, despu?s de dar vueltas por las tiendas, terminamos cenando en un italiano, para variar. Alberto tom? unos espaguetis carbonara muy ricos y yo unos spaguetis con setas y pollo, tambi?n riqu?simos. La pobre camarera que nos atendi? no sab?a ingl?s y nosotros no le entend?amos porque hablaba en «keigo», la manera ultracort?s que tienen los japoneses cuando tratan con clientes, que cambia verbos y es rar?simo. Un poco caro, pero estaba muy bueno.

Jap?n - Akihabara y Tokio DomeJap?n - Akihabara y Tokio Dome

Para bajar la comida y para terminar la noche, nos dimos una vuelta por Tokyo Dome City, un complejo de tiendas muy chulo que tiene una tienda de la editorial Jump y una de Lupin III, l?stima que estuvieran cerradas; pero pudimos sacar alguna fotillo del interior.

Jap?n - Akihabara y Tokio Dome
Antes de ir a dormir, tuve mi primer contacto con la tele japonesa y la lucha libre. No s? porqu? dicen que es mala, yo me parto, ?siempre hay gente comiendo! Y los anuncios son un puntazo. Ya contar? algo m?s adelante.

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