Saint Émilion: paseando entre vides
Seguro que todos los aficionados al vino ya conocéis la denominación de origen de Saint Émilion; una pequeña región cercana a Burdeos famosa por sus tintos. Rodeada de viñedos hasta más allá de lo que alcanza la vista, esta pequeña población del norte de Aquitania es un lugar donde perderse durante horas y relajarse paseando por los caminos que comunican sus châteaux.
Todos los años hago un viaje con mi hermano y mis primos que, ya que cada uno vivimos en un sitio distinto, nos sirve como excusa para reunirnos y pasar unos días juntos. Este año, gracias a que nos dejaron un piso en Burdeos, decidimos aprovecharlo y pasar 5 días por la zona y hacer una escapada para visitar Saint Émilion.
Lo primero que hicimos al llegar fue dirigirnos al centro del pueblo. No nos costó encontrar la oficina de turismo, donde cogimos unos cuantos panfletos y mapas en los que se mostraban los diferentes châteaux que estaban abiertos al público. Cada château tiene su propia oferta, desde una simple cata de sus caldos, degustación de queso o una pequeña lección de maridaje, hasta una visita completa por el château y los alrededores, en los que te explican todo el proceso de elaboración y distribución del vino, con varios idiomas para elegir.
Si sabéis francés quizás os estéis imaginando los châteaux como unas enormes casas señoriales con sus tierras alrededor, o incluso algún tipo de castillo, pero no os hagáis ilusiones. Simplemente es como se denominan las fincas productoras de vino de la zona, aunque sí es cierto que hay algunas realmente bonitas.
Así pues, una vez tuvimos la información necesaria y hubimos visto las diferentes opciones que teníamos, decidimos seguir uno de los caminos propuestos rodeando Saint Émilion y pasar la mañana paseando entre viñedos. Resultaba impresionante y muy relajante mirar a lo lejos y ver las enormes extensiones de campos de vides perfectamente alineadas hasta el horizonte. Además, a pesar de estar en pleno verano, la temperatura era realmente agradable, con unas nubes discretas que proporcionaban la sombra justa, y que además quedaban muy fotogénicas.
Quizás muchos considerarían que en un viaje tan corto como el que realicé (sólo estuve 4 días por la región), el estar una mañana entera holgazaneando entre campos sería una pérdida de tiempo. ¡Con la cantidad de cosas que hay que visitar! Pero, creedme, es algo que me alegro mucho de haber hecho y que además recomendaría a cualquiera. Al fin y al cabo, ¡estás en la tierra del vino! ¿Qué mejor manera de ir abriendo el apetito para luego regar una buena comida con los mejores tintos del mundo? 😉
Cómo llegar a Saint Émilion:
Lo mejor y más cómodo para llegar a Saint Émilion es utilizar el coche. Está a tan solo 35Km siguiendo la carretera N89 y tomando la salida hacia la D1089, la cual deberemos seguir y tomar las indicaciones hacia D243-Saint Émilion.
Si preferimos viajar en transporte público, hay un servicio de autobuses que sale desde la esquina junto a la oficina de turismo de la calle Orleans, pero realmente no es recomendable (tiene un servicio muy limitado en cuanto a frecuencia y horarios).
Es más prátcico tomar el tren, desde la estación de Burdeos Saint-Jean, tomando la línea que va hacia Libourne. Hay trenes de vuelta hasta las 21h. Eso sí, la estación está a más de kilómetro y medio, y el camino es cuesta arriba (aunque no es muy pronunciada). Para llegar al pueblo sólo hay que salir de la estación y seguir la carretera hacia la derecha.
Recursos:
- Galería de fotos de los viñedos de Saint Émilion en flickr
- Lista de châteaux abiertos al público.
- Horario de trenes.
- Información para moverse por Dordogne en Trip Avdisor (en inglés).
Foto de cabecera realizada por mi hermano, Adrián Rodríguez.
Felicidades por esta entrada. Es genial!!!!
Hace tiempo estuve de paso por esta zona y la verda es que me encanto. Lo que no me ha quedado claro es si llegasteis a Saint Emilion en cohe o en avion. Un abrazo!!!!!
Gracias Gali!
Nosotros fuimos en coche. Fue un «road trip» en toda regla 🙂
Nosotros cuando estuvimos en Burdeos, donde también pasamos 4 días, dedicamos uno para ir a Saint-Emilion y visitar un chateau y también me pareció una idea genial. Eso sí, no tuve la suerte de ver los viñedos tan bonitos como tú porque ya había pasado la época de la vendimia.
Saludos