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La judería de Hervás
Al comienzo del Valle del Ambroz se sitúa Hervás, un pueblo del norte de Cáceres que conserva muy bien su barrio judío y la arquitectura tradicional de la zona, consistente en casas de dos plantas con la inferior de adobe o piedra pintados y una superior de ladrillos pintados o no y vigas de madera siempre visibles.
La judería constituye un nucleo de calles estrechas y en cuesta que descienden hasta el río Ambroz, donde encontramos un puente de origen medieval en muy buen estado. Dicen sus habitantes que la calle más estrecha de España se encuentra aquí y no les falta razón. Es fácil perderse entre los callejones, pero igual de fácil encontrar una calle principal que descienda al río o ascienda hasta el mapa con los puntos de interés que hay al inicio del barrio.
Pero es un lugar que invita a vagabundear por los estrechos callejones y descubrir rincones encantadores mientras buscas puntos señalados como la sinagoga o el antiguo hospital, aunque puede ser una odisea pues no hay carteles que indiquen dónde están o estaban (algunos edificios ya no existen). Es buena idea para orientarse hacer fotos con el móvil a dicho cartel para ir en busca de los lugares de interés.
Pasear por las calles del barrio judío te transporta en el tiempo, con sus abundantes tabernas de aspecto basto donde puedes adquirir y tomar productos típicos y algunas tiendas de objetos artesanales como la cestería que se encuentra donde debería situarse la sinagoga. Las nuevas casas intentan conservar la misma estructura externa para darle unidad visual a este barrio, sin duda uno de los muchos lugares excepcionales de Extremadura.
Cómo llegar:
A pesar de ser un pueblo pequeño, Hervás está muy bien comunicado y no es complicado llegar. Desde Madrid puede llegarse por la A-5 hasta Plasencia y después coger la A-66 en dirección a Salamanca. La otra opción es en dirección contraria en la misma autovía (A-66) partiendo desde Salamanca; en ambos casos deberemos tomar la salida a Hervás por la carretera EX-205.
Recursos:
La Garganta de las Nogaledas en el Valle del Jerte
Existen muchas gargantas que alimentan el cauce del río Jerte y muchas de ellas son muy populares para los lugareños, pero hay otras más pequeñas y menos conocidas, como la Garganta de las Nogaledas, de la que no había oído hablar nunca, y la verdad es que me sorprendió mucho y para bien. Este paso de agua discurre junto a Navaconcejo y llegaremos a él atravesando el pueblo y cruzando el río Jerte hasta un merendero, donde encontraremos la señalización para recorrerlo.
El sendero es estrecho y empinado, pues sube por la sierra, pero en las partes más difíciles hay barandillas y escalones fabricados con rocas y madera para el caminante poco acostumbrado a esas cuestas. De todas formas no hay que preocuparse, puesto que hay muchos remansos donde el agua forma preciosos saltos de agua que nos permitirán descansar observando el paisaje que se descubre a medida que ascendemos.
El camino por la montaña hace una pausa cuando llegamos a una carretera secundaria, y ahí podemos seguir hacia arriba para ver el nacimiento de la garganta (ya muy pequeña a esas alturas) o seguir por la carretera y bajar de nuevo a Navaconcejo a través de las parcelas aterrazadas llenas de cerezos. Nosotros tuvimos suerte ya que algunos estaban ya comenzando a florecer, con lo que sacamos unas cuantas fotos de sus florecillas.
En resumen, una ruta relativamente sencilla y corta que se realiza en una tarde yendo con mucha calma y con la que seguro disfrutaréis de uno de esos rincones que Extremadura ofrece para disfrutar de la Naturaleza.
Cómo llegar:
El camino más sencillo es por carretera hasta Plasencia siguiendo la autovía A-66 y una vez allí dirigirnos por la N-110 siguiendo el Valle del Jerte hasta Navaconcejo, donde encontraremos indicaciones para ir a la garganta y podremos dejar nuestro coche en un merendero cercano.