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La ciudad romana de Cáparra

Restos de la ciudad romana de Cáparra

Sin alejarnos mucho de Plasencia, viajando poco más de media hora en coche hacia el norte y camino a Guijo de Granadilla, podemos visitar los restos de la que hace casi 20 siglos fue una importante urbe romana. La ciudad de Cáparra, de la cual se conserva perfectamente su puerta de cuatro arcos, es una parada que realmente merece la pena si estamos visitando la zona.

Desde tiempos ancestrales, Cáparra ya existía aunque no eran más que asentamientos indígenas, hasta que en el siglo I d. de C. se le otorgó el rango de municipio romano, lo cual impulsó su desarrollo.

Restos de la ciudad romana de CáparraEstá construida sobre el trazado de la Vía de la Plata, que unía Emérita (Mérida) con Astúrica (Astorga), siendo la vía más importante para unir el norte y el sur de la parte occidental de la Península Ibérica, y además está situada en una zona alta. Estas dos coincidencias la dotaron de una importante situación estratégica, al convertirla en un paso obligado para gran cantidad de mercancías, así como por permitir el control de varias vías naturales de comunicación.

Con la caída del Imperio Romano la ciudad cayó en crisis al producirse el descenso de tráfico por las vías que cruzaban por ella. Además, al finalizar la reconquista, la importancia que fue cobrando Plasencia y las vías alternativas de comercio que fueron apareciendo, hicieron que la urbe continuase con su despoblación.

En los últimos años se han realizado varios estudios arqueológicos y mediante excavaciones se ha ido recuperando información sobre el trazado urbano de Cáparra. Alrededor de su puerta de cuatro arcos se pueden distinguir los restos de lo que fueron los cimientos de su puerta Sureste, el foro, una de sus tres necrópolis conocidas, las termas, e incluso un anfiteatro.

Se puede visitar y recorrer libremente toda la excavación, que está muy bien señalizada con carteles que explican con detalle cada una de las zonas o construcciones que nos encontramos, pero aun así merece la pena visitar el centro de interpretación del lugar, ya que en él se expone una buena cantidad de objetos que se han recuperado y se explican muchos detalles de la historia, evolución y declive de la ciudad.

Restos de la ciudad romana de Cáparra

Restos de las termas

Restos de la ciudad romana de Cáparra

Cimientos de la puerta sureste

Restos de la ciudad romana de Cáparra

El centro de interpretación de Cáparra posee mucha información sobre lo que fue la ciudad

Cómo llegar a la ciudad romana de Cáparra:

La forma mas sencilla es salir de Plasencia en dirección a Salamanca por la N-630 y seguir las indicaciones para ir hacia Guijo de Granadilla. En la carretera que va hacia Guijo hay varias señales que llevan hasta Cáparra.

Recursos:

El anfiteatro romano de El Jem

El Jem - Anfiteatro Romano

Visible desde varios kilómetros de distancia, en la ciudad de El Jem, Túnez, se yergue uno de los más importantes monumentos que nos quedan del imperio romano. El anfiteatro de El Jem, que en su día tenía capacidad para más de 35.000 espectadores, es el cuarto anfiteatro más grande que se conserva (y el mejor conservado del norte de África), y es el monumento más visitado del país.

El Jem - Anfiteatro RomanoEmpezó a edificarse en el siglo III d.C., e inicialmente se planteó como un coliseo de tres plantas levantadas sobre unas robustas arcadas corintias. Para su construcción utilizaron piedra arenisca, ligera y resistente, que procedía del mar, y que conserva incrustados un gran número de fósiles que pueden verse a simple vista. En su época de máximo esplendor, y aprovechando la firmeza de la estructura, comenzó a construirse una cuarta planta. Por desgracia, ésta nunca llegó a terminarse a causa de los enfrentamientos de los bereberes durante la invasión árabe.

Hay una leyenda que dice que una princesa bereber y sus seguidores se refugiaron en el anfiteatro; los romanos iniciaron un asedio y cuando pensaban que la escasez de alimentos les haría rendirse, la princesa se mostraba en lo alto del anfiteatro enseñando pescado fresco, así durante los 4 años que duró el asedio. Por ello se dice que hay un canal que comunica el coliseo de El Jem con el mar, pero no es más que una leyenda.

El Djem - Anfiteatro RomanoA pesar de que a partir del siglo XVII se comenzó a destruir su fachada para construir la ciudad con sus piedras, su estado de conservación es mejor incluso que el del coliseo de Roma, en parte gracias al clima seco de la zona. Su arena de casi 2000 m² se conserva perfectamente, así como los fosos de los leones, algunas celdas y un sistema de canalización de agua.

Es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1979 y hoy en día, además de como punto de interés turístico, se usa habitualmente como escenario para conciertos y festivales.

Llegar hasta él es fácil tanto en tren como en autobús, y casi todos los tours organizados lo incluyen en su itinerario. Además, con su entrada, podremos visitar también el museo del El Jem en el que se encuentran numerosos mosaicos y objetos rescatados de las excavaciones del coliseo.

Lo cierto es que simplemente leyendo este texto no es fácil hacerse a la idea de lo grandioso que es,  por lo que os recomiendo que si vais a Túnez intentéis dedicarle el tiempo suficiente, y que sin prisa os perdáis entre sus pasadizos y los fosos de las bestias que hay bajo la arena.

El Djem - Anfiteatro Romano

El anfiteatro de El Djem es uno de los mejores conservados del mundo.

El Jem - Anfiteatro Romano

En el siglo XVII comenzó a destruirse su fachada para utilizar sus piedras en la construcción de la ciudad.

El Jem - Anfiteatro Romano

En la entrada al anfiteatro hay un graderío semicircular que se asemeja a un teatro romano.

Recursos

Tetsujin Project: Un robot gigante en Kobe

Kobe - Tetsujin 28

En 1995 la ciudad japonesa de Kobe fue acometida por un terremoto que destruyó más del 20% de la ciudad, causó 5000 muertes y dejó a miles de personas sin hogar. Desde entonces la ciudad se ha esforzado no solo por resurgir, sino por mejorar. Para ello han construido autopistas elevadas, un impresionante puerto lleno de atracciones y han adornado sus calles y plazas con monumentos como la reproducción gigante del robot Tetsujin 28.

Kobe - Tetsujin 28Es posible que el nombre Tetsujin 28 no diga nada a la mayoría de los no nipones, ya que su versión animada se exportó renombrada como Iron Man 28 o Gigantor, y aunque muchos no vieron su emisión hasta principios de los 80, las historias en papel de este personaje datan de 1956, haciendo de él el primer «mecha» o robot controlado por humanos.

Esta mole de 18 metros y 50 toneladas, es un homenaje a su autor Mitsuteru Yokoyama, un mangaka de renombre originario de Kobe, y se encuentra en una plaza cuyas calles adyacentes está decoradas con motivos referentes al robot, plagadas de restaurantes y tiendas de merchandishing.

Quizás fuera porque lo visitamos cuando llevaba poco tiempo inaugurado pero lo cierto es que, con todo, era un lugar tranquilo y sin aglomeración de turistas. Para aficionados al manga, como a la cultura japonesa en general, es una parada recomendable en la que podemos hacer tiempo antes de, por ejemplo, ir a visitar el puerto de Kobe al anochecer.

Estatua de Tetsujin 28 en Kobe

Estatua de Tetsujin 28 Project en Kobe.

Tetsujin Street

Tetsujin Street: Una de las calles comerciales que llevan hasta la estatua.

Cómo llegar:

La estación más cercana es Shinnagata (新長田). Desde Osaka (大坂) podemos llegar cogiendo un JR Special Rapid Service hasta Kobe (Hyogo) (神戸兵庫) y ahí hacer transbordo a la JR Kobe Line hasta Shinnagata (新長田). El viaje saldrá por 690¥ y es posible utilizar el Japan Rail Pass (JRP). La estatua de Tetsujin se encuentra a 800 metros caminando hacia el sureste.


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Recrusos:

La judería de Plasencia y su cementerio

Plasencia - Cementerio y barrio Judío

Desde prácticamente su fundación en el siglo XII, Plasencia fue uno de los principales núcleos de actividad judía de la región. Gracias a que en la edad media los reyes concedían privilegios a los judíos sus aljamas mostraban una gran prosperidad. Desempeñaban numerosas labores y conducían gran cantidad de negocios, e incluso ocuparon cargos públicos de importancia.

Plasencia - Cementerio y barrio JudíoA pesar de su posición y fuerza, los judíos estuvieron en cierto modo marginados; no se les permitía enterrar a sus difuntos junto al resto, y se les obligaba a poner sus cementerios fuera de las urbes, llegándose incluso a extremos en los que tenían que pagar por tierras muy lejanas que eran compartidas por varios pueblos. Los sefardíes placentinos ubicaron el suyo fuera de la muralla, en el Berrocal, entre la puerta de las Berrozanas y la actual carretera de Salamanca. Un terreno en el que no se podía cultivar, y en el que ni molestarían ni serían molestados.

Plasencia - Cementerio y barrio JudíoCon el paso de los años, las relaciones con los cristianos comenzaron a complicarse. Se conformó un apartamiento en la Mota, cerrado y separado de los cristianos, rodeado por un cercado y con un postigo como único acceso. Poco después, a principios del siglo XV, su sinagoga (actual palacio de Mirabel) y la Mota les fueron expropiadas por los condes de Plasencia.

A pesar de todo, con alrededor de 200 familias, en este siglo todavía no se notaba algún tipo de discriminación laboral por el hecho de ser judíos y continuaba siendo un importante centro de actividad económica, pero en su momento de máximo esplendor, en el año 1491, los Reyes Católicos consideraron que debía aplicarse la ley de Toledo de 1480 que dictaba que la segregación de los judíos debía ser completa.

En 1492 se realizó en la sinagoga la última asamblea, en la que los judíos trataron de vender el cementerio junto con sus posesiones antes abandonar Plasencia definitivamente y desplazarse a Portugal. Tras que el deán Diego de Jerez lo adquiriera por un precio realmente bajo, los reyes declararon el acuerdo nulo y decidieron que la piedra del cementerio se utilizaría para la construcción de la iglesia de su monasterio.

Por suerte, todavía se conservan unas 20 tumbas cavadas en la roca y el Ayuntamiento de Plasencia se ha propuesto conservarlo.

Desde el 2005 se realizaron varias tareas para recuperar el único cementerio judío de Extremadura. Se acondicionó la zona y se delimitaron correctamente las tumbas, pero por desgracia volvió a caer en el abandono, además de que ha sido victima de diversos actos vandálicos.

Es ahora, en vísperas de la Jornada Europea de la Cultura Judía, cuando se ha decidido adecentarlo nuevamente. Esperemos que esta vez no vuelva a caer en el olvido y que podamos conservar este importante resto de la cultura sefardí.

Plasencia - Cementerio y barrio Judío

El cementerio ha sido victima del abandono y de numerosos actos vandálicos los últimos años.

Plasencia - Cementerio y barrio Judío

Fotografía de una de las tumbas con el palacio de Mirabel al fondo.

Plasencia - Cementerio y barrio Judío

La calle Zapatería fue una de las principales calles de la judería de Plasencia. Hay plaquitas en el suelo con los nombres de las familias que las habitaban.

Cómo llegar:

Plasencia - Cementerio y barrio JudíoLa forma mas sencilla de llegar al cementerio es descendiendo desde la Puerta de las Berrozanas, por la calle Matías Montero y girar a la derecha hacia Juán Vazquez que está al fondo, tras pasar unos contenedores, sin asfaltar y asciende hacia la izquierda. Si seguimos esta calle llegaremos al cementerio. En ésta foto se aprecia la entrada al camino (púlsala para verla en grande y poder leer las notas).

 Recursos: